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lunes, 1 de junio de 2015

EL PATITO TRAVIESO

Erase una vez un patito muy travieso que no hacía caso a su mamá.
Todos los días se salía del estanque y se iba a buscar a Marcela, una patita que había conocido en otro estanque cercano.
Pepito, que así se llamaba nuestro pato, le gustaba pasar horas y horas charlando con Marcela.
Cuando volvía con su mamá al estanque, sus padres le regañaban.
A Marcela no le gustaba Pepito, pero después le fue tomándole cariño y se hicieron grandes amigos.
Un día estaban bañándose en el río Segura, cuando de pronto Marcela, quiso llamar la atención de Pepito y salió del agua presumiendo de su hermoso plumaje y andando muy garbosa, contorneándose ante la presencia del grupo de patos llamando la atención, para que se fijaran en ella y dar celos a Pepito ,el cual empezaba a gustarle mucho.
Siguió caminando bajo la sombra de los árboles, junto al río.
Un hombre malo que pasaba por allí al verla pensó en el buen cocido que haría con ella, pues estaba varios días sin comer.
Sin pensarlo dos veces corrió tras Marcela y cuando logró alcanzarla, ella comenzó a pedir socorro.
--¡Socorro, auxilio, por favor ayudadme!

Los patos echaron todos a correr tras el hombre que llevaba raptada a Marcela, pero eran conscientes que ellos solos,  nada podían hacer por liberarla.
Ellos eran unos simples patos.
Cuando todos habían perdido las esperanzas apareció un perro, pequeño pero muy valiente, “Nano”, que era amigo de Marcela, de Pepito y del resto de sus amigos, los otros patos.
“Nano” al ver al hombre que se llevaba a Marcela, él y sus amigos los patos salieron corriendo tras él, desesperados.
Echaron una gran carrera alcanzando al hombre  y Nano le mordió en un pie, mientras el resto de los patos lo sujetaban para que no escapase, y le hicieron caer al suelo y soltar a Marcela.
El hombre fue capturado horas más tarde  por el guarda del lugar  al enterarse de lo ocurrido por nuestros amigos los patos .El hombre malo fue  encerrado en prisión por una larga temporada.
Nuestros amigos dieron una gran fiesta celebrando la liberación de Marcela.
Pepito le hizo prometer a Marcela que nunca se separara del grupo. Marcela reconoció que había sido un poco imprudente y prometió no hacerlo nunca más.
Pero Ante el asombro de todos y antes de acabar la fiesta, Pepito hizo parar la música  del baile y dijo que tenía que pronunciar ante todos unas palabras…
En realidad, las palabras iban dirigidas a la hermosa Marcela.
Dirigiéndose a ella y con un anillo de oro y piedras preciosas se arrodillo ante ella y le pidió si quería ser su esposa.
Marcela con lágrimas en los ojos y ante la emoción contenida de todos sus amigos, los patos le dijo que había estado esperando ese momento, con esperanza y con una gran ilusión.
“Nano” observaba la escena camuflado entre unos matorrales cercanos moviéndola la cola de alegría.
Un veinte de Enero, se celebró una gran boda por todo lo alto. Asistieron no solo los patos del rio Segura y toda la fauna acuática del mismo.
El sol fue radiante aquel hermoso día veintinueve de Septiembre en el que nació Álvaro , nombre que le dieron a su primer patito, los árboles prestaron su sombra, las palmeras enfermas del picudo, se regeneraron para saludar al cortejo, las flores aparecieron junto al camino y el Consistorio de Murcia  restableció el alumbrado público, ante una petición, del grupo de patos que se constituyó ante tal objetivo, al Sr Cámara, alcalde de la ciudad que vio justa y razonable su petición ya que con el restablecimiento del alumbrado, también se beneficiarían otras muchas personas.
El caudal del río aumentó por las intensas lluvias del invierno y Marcela y Pepito fueron muy dichosos y tuvieron una prole numerosa. Concretamente diez patitos cuatro varones y seis hembras, tras el nacimiento de Álvaro su  primogénito .Y colorín colorado este cuento se ha acabado.

Alcantarilla 26 de Enero de 2015


4º Cuento de su abuelo Antonio.

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