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domingo, 25 de octubre de 2015

Afrodita en el zoo


Afrodita en el zoo.


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Afrodita



La tortuga Afrodita, se llamaba así y era muy caprichosa, porque todo lo que se le antojaba quería que le hiciesen caso. Vivía en casa de Álvaro que contaba apenas tres años de edad. Era el primer hijo de la pareja formada por Felipe y Eva.
Álvaro era un niño rubio con ojos azules y muy glotón. Le gustaba jugar  y pasarse largos ratos con Afrodita contemplándola en su cajita de madera.
Afrodita siempre estaba con  sus amos encerrada en el piso donde vivían Álvaro y sus padres, en la ciudad de Encerrolandia. Se pasaba el día  sin ver a otros animales. A veces Álvaro se la llevaba al Huerto del Pino a casa de sus abuelitos, para no aburrirse cuando sus padres querían salir y la llevaba a ver las gallinas.
Cuando mejor se lo pasaba Álvaro era cuando venían sus primos: Pablo, Andrea, Aitana y Javier. El se derretía cuando venían. Todos eran mayores  que él, pero lo querían mucho y lo pasaban en grande juntos corriendo por el patio  de la abuela Antonia y en los columpios del jardín que el abuelo Antonio había instalado para que jugasen.
Un día Afrodita la tortuga,  le dijo a su dueño el Señor Felipe que quería visitar el zoo para ver distintos animales, diferentes a ella y procurar hacer amigos.
El señor Felipe tenía mucho trabajo y no podía llevarla, pero ante la insistencia de Afrodita, que era la mascota de la familia se la encargó a Eva su mujer a  que la llevase.
Eva lo dispuso todo, la metió en su cesta con su merienda y la de Álvaro   y la llevó al zoo. También fue Álvaro que se lo pasó en grande.
Rincon del amor: Cuentos hechos por niños
En el  zoo.

Pudieron ver   primero a la jirafa porque era el animal más alto.
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Jirafa

Después se fijó en un  animal muy gordo que le preguntó a su mamá como se llamaba .Eva le contestó que era el hipopótamohttp://www.ecologiaverde.com/wp-content/2012/09/raro-nacimiento-de-un-hipopotamo-en-zoo-frances.jpg
hipopótamo

Estaba con su hijo pequeño. ¡Ah¡ ¡Es verdad , ya los había visto en la tele alguna vez.
Luego le preguntó por aquel animal tan fiero que se arrastra y abría la boca mucho y enseñaba sus dientes afilados. Eva le contestó a Afrodita que era el cocodrilo y que ese animal no le convenía como amigo.



http://cocodrilos.anipedia.net/images/fotos-cocodrilos-home.jpg
cocodrilo




¿Y ese animal que parece un gato grande y tiene mucho pelo y no te deja de mirar fijamente?
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León


Eva le contestó a Afrodita que era el León y  que le llamaban el rey de la selva. Tampoco tiene amigos.
La tortuga le dijo  y ¿Qué es la selva?
-La selva-le contestó Eva-  es el lugar donde viven gran variedad de  animales salvajes, viven en libertad como:   el león, los monos, los gorilas, los tigres,  los elefantes y otros muchos.
-¿Y aquel que corre tanto mamá y se parece a las gallinas que tiene el abuelito Antonio en su gallinero del Huerto del Pino? Ese es el avectruz.

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Avectruz


http://wikifaunia.com/images/thumb/9/9d/Camel.jpg/330px-Camel.jpgEste animal es un camello.
¿Y el de la chepa en el hombro? Es un camello. Y si tuviese dos chepas se llamaría dromedario. Estos animales viven en el desierto.
http://curiosidades.batanga.com/sites/curiosidades.batanga.com/files/imagecache/primera/por-que-los-camellos-tienen-joroba-2.jpg

Dromedario.


¿Y el que camina dando grandes saltos y lleva a su bebé en el vientre?



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Canguro

-Ese es el canguro. Hay muchos en Australia.
-¿Y a ti te llamaban Canguro cuando llevabas a Álvaro en tu vientre, mamá? Eva se echo a reir, no pudo contener la ocurrencia de Afrodita. Y le replicó:
No, yo era una mujer y estaba embarazada.  llevaba en el vientre, a Álvaro , pero no se  podía ver.
¡Cuantas cosas estoy aprendiendo hoy!. Gracias mamá por habernos traído. El zoo es muy divertido para los niños y también para mí, que seguro que si venimos más veces  podré hacer algunos amigos, pues estoy muy sola en casa y cuando Álvaro no está, me aburro mucho.
¡Mamá y ¿ ese animal que se arrastra  por el suelo , moviendo la cola y lleva bigotes?-
Esa es una foca. Las focas viven en lugares muy fríos.

http://www.duiops.net/seresvivos/galeria/focas/1102.jpgFoca






En Canadá matan a las focas bebés para quitarles la piel! Es espantoso e incomprensible! Mucha gente se manifiesta ante  ese crimen atroz pero aún se sigue haciendo. Hay cosas que no se pueden entender y esta es una de ellas.



canada

Foca polar

-Si Afrodita. Es una foca polar. Le contesta Eva.


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Un mono


El que está colgado de la rama de un árbol es un mono. A los monos los conozco bien, porque son muy graciosos y salen mucho en la tele.





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Mono bebé.
                      

                       Este mono es un bebé.  Me gustaría ser su amiga. A mí también, no me importaría replicó Álvaro.







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Familia de Elefantes

A estos sí que les conozco también, por la tele. ¡Son preciosos ¡dijo Afrodita. ¡Claro que sí!- respondió Eva.
A mí también me gustan mucho- dijo Álvaro.

Y tras  la visita a los elefantes dieron por terminada la jornada y Eva les prometió que volverían otro día por lo bien que se habían portado.
 Álvaro dijo, pero tenemos que volver con los primos.
Javi, se lo pasaría en grande y a Aitana, Andrea y Pablo  también les encantaría. Me parece una idea estupenda -dijo Álvaro.
.Afrodita desde aquel día fue muy feliz  en el hogar que le había tocado vivir.
Álvaro le preguntó a su madre: mamá ¿Hemos visto todos los animales que existen?
¡No, hijo no!, todavía hay muchos más, ya los iréis conociendo, poco a poco.
Eva esbozó una sonrisa y se sintió muy feliz por la jornada que habían pasado todos, ella, Álvaro y la mascota Afrodita. Al regreso se lo contarían todo a Felipe que les esperaba en la puerta del zoo para regresar a casa.

Segundo  cuento dedicado a Álvaro de su abuelo Antonio y a sus primos de su tío-abuelo.
  
  8 de Diciembre de 2014.

























viernes, 23 de octubre de 2015

NOTAS DEL AUTOR


Antonio Martínez Franco, nació en Puebla de Soto en 1950.
Ha desempeñado la docencia durante más de  treinta
 y siete años, primeramente como maestro en
diversos colegios ,dentro y fuera de la región: Sangonera la Seca, Piera (Barcelona), Lorca y en  Alcantarilla, durante treinta años, localidad, donde reside. Durante veinte años ejerció,
en el colegio de Nuestra Sra de la Asunción y diez años  en el instituto Alcántara hasta su jubilación en el 2010
.Es licenciado en Filología Francesa por la Universidad
de Murcia.
Durante el año 1975 estuvo como lector en Paris en el instituto Arago en Place de la Nation.
Los últimos diez años desde el año 2000 al 2010 ejerció en el instituto Alcántara como Profesor de Educación Especial.
 Durante este periodo, publicó junto con el catedrático
Juan Jordán del mismo centro,  un estudio sobre
el Arte Rupestre en la Región de Murcia por la Consejería de Educación, encargándose de la parte pedagógica e ilustrativa.
Ha colaborado en los diarios de La Verdad y La Opinión en numerosas ocasiones con determinados artículos de diversa
índole.
Durante su estancia en Barcelona publicó en la Casa Regional de Murcia en su suplemento literario “Devenir” en aquella ciudad algunos versos en su revista literaria bajo la dirección de Juan Pastor.
Actualmente está trabajando en una segunda novela
ambientada en Murcia: El Bufete”.
Sin embargo a Antonio se le conoce más en los
ambientes pictóricos. Es  un enamorado de la pintura.






SINOPSIS

Sinopsis.

Kírkenes es un pueblecito pesquero de apenas  seis mil
habitantes en la frontera entre Noruega y Rusia.
Así denomino a  ésta, mi  primera pequeña novela,
 surgida de la imaginación y entremezclada,
 con ciertos datos autobiográficos narrados, a través
de sus personajes.
Sara es la protagonista, una mujer hermosa, fuerte,
decidida y libre que lucha por el amor de Ramón,
 un hombre español que conoce en París durante
 una manifestación antifranquista durante los años
  setenta y cinco.
Sara sufre también la muerte de su marido Milko
 y de su hijo mayor Servark, sin embargo trata de
sobreponerse ante las adversidades que le surgen
 a lo largo de su vida.
Es una novela de amores y desamores
 de fidelidades y de infidelidades, en definitiva
 la historia de cualquier mujer en
 cualquier lugar del mundo
 que lucha por aferrarse a la vida
 a pesar de los contratiempos que le suelen ir aconteciendo.
 Sin embargo la desesperanza acaba minando sus ansias
 de amor y acaba sus últimos días en manos de
 un destino sin retorno.











27 Nostalgia

27  Nostalgia

Ramón estaba separado de su mujer,  Elvira, y sus pensamientos respecto
 a Sara no eran menos intensos. La evocaba en sueños todas las noches .
La deseaba ardientemente, a aquella mujer misteriosa que se cruzó
en su camino durante la manifestación en París. Todos los días
miraba el número de teléfono que había memorizado y el que
guardaba, además de en su mente en   una pequeña cajita de ébano,
en su dormitorio. A Ramón le sucedía  lo mismo que a Sara.
Entonces ¿porqué no daba el paso definitivo y la llamaba, llamaba
 a esa mujer maravillosa que esperaba saber noticias suyas a cada minuto,
a cada instante de su vida? Ramón le detenía que tenía
 una familia desestructurada, no solo porque estaba separado de su
 mujer, Elvira, sino porque el matrimonio había tenido dos hijos :
Antonio y Fernando. Fernando estaba enfermo y necesitaba del cariño
de sus padres, pues apenas contaba trece años de edad, era dos años
menor que su hermano Antonio. Dependía mucho de su padre.
Asistía al colegio en una silla de ruedas. Ramón lo llevaba todas
las mañanas en su coche antes de ir al trabajo.
Su actividad se desarrollaba en el campo y durante la faena su
 pensamiento se repartía entre sus hijos y Sara. Estas circunstancias
 le impedían a Ramón telefonearla, porque veía que serviría para
albergar vanas esperanzas a una mujer que no  se merecía engaño
alguno, promesas inalcanzables. Habían transcurrido casi dos años
desde aquel encuentro y permanecía vivo tanto en Sara como en Ramón.
A veces pensaba dejar a sus hijos al cuidado de Elvira, renunciar a ellos
  y emprender una nueva vida con la mujer que amaba, que creía que
amaba porque tampoco se conocían. Solo una jornada intensa
en Paris durante la manifestación había podido servir para unir el
destino de dos personas pertenecientes a mundos diferentes, a clases
sociales distintas, a países de costumbres nada comunes. 
Pero cuando Ramón entraba al dormitorio de sus hijos para arroparlos,
pues ya se habían caído rendidos por el sueño, pensaba, que escapar
 no podía, no debía. Por otra parte cavilaba una y mil historias sobre
aquella hermosa mujer,¿ qué habría sido de ella durante esos
dos años .!Quizá lo hubiese olvidado o tal vez no!
Es posible que le pasara como a él que estuviese aún  esperando su
 llamada, como única esperanza para encontrarse de nuevo que
estuviese pensando en él día y noche como le sucedía a  él que el dolor
y el sufrimiento ante la impotencia de un nuevo encuentro la
 estuviese haciendo una mujer desgraciada por culpa de él, de su
indecisión, de su cobardía, de sus circunstancias  familiares.
Absorto en sus pensamientos y ante el deseo ardiente de volver a ver
a esa mujer se dirigió a su dormitorio, sacó del cajón  de la cómoda
 su cajita de ébano y el pequeño papel de la agenda rota de Sara.
Quería tener el número delante para asegurarse de que no se equivocaría
al marcar, a pesar de tenerlo memorizado. Ramón se dirige al salón
y sin titubear, coge el auricular, tras haber marcado el número de Sara.
Hello:
¿Es el domicilio de Sara?-Ramón
Llamo desde España. Soy un amigo de Sara que tuve ocasión de conocerla
 en París ¿Con quién hablo por favor?
 Con su hijo Joe.: Mi madre está ausente, no se encuentra en Kírkenes
estos días. Y tal vez se prolongue su ausencia algún tiempo, debido
a su estado de salud”. Me llamo  Ramón. Tenía mucho interés en hablar
 con ella. Sé que he dejado pasar mucho tiempo, desde aquel encuentro
 que tuvimos  en Les Champs-Elysées durante una manifestación.
Sin embargo le puedo asegurar que no he dejado de recordarla ni un solo
 día, ni un solo instante durante estos dos largos e interminables años.
Quizá mi silencio, le haya hecho daño. No lo sé Por eso necesitaba
 hablar con ella, oír de nuevo su voz, pero veo que no es posible.
 Pero Sara ¿  Es grave lo que tiene?
Joe,-Su enfermedad es de tipo neurológico. Se encuentra en un
centro psiquiátrico a ciento cuarenta kilómetros de Kírkenes.
 La visitamos  todos los fines de semana. Está muy bien atendida.
Los médicos albergan esperanzas en cuanto a su mejoría.
.Le diagnosticaron alzheimer y aunque no está en estado
avanzado sus neuronas han sufrido mucho. Tiene pequeñas
lesiones y pérdida de memoria. Unas semanas regresamos a Kírkenes
 tan contentos porque se comporta como si se estuviese recuperando
 y otras veces volvemos desolados. Los médicos dicen que  parece
 que ha sufrido mucho en los dos últimos años: ansiedad,
depresión. Inseguridad etc y este sufrimiento le ha hecho
avanzar la enfermedad a un ritmo mayor.”
Ramón ¿”Y si le escribo una carta?” “¿Tú crees Joe,  que se acordaría
 de mi y le agradaría o por el contrario sería contraproducente?”
Pienso que le agradaría mucho, porque sabemos positivamente
que esperaba noticias tuyas con ansiedad. ¿Me podéis facilitar
los datos del centro donde está hospitalizada?¿Y el teléfono,
lo atiende  con normalidad? A veces sí y otras no tanto.
Todo depende de cómo se encuentre en ese momento.
Por las mañanas  suele estar más coherente.
Ramón.-Por favor si eres tan amable facilítame todos los datos
que pueda comunicarme con ella, bien la dirección de la residencia
 incluso, si eres tan amable el número de teléfono. Joe tras darle
el nº de teléfono, va a buscar los datos de la dirección del
hospital.“Un momento, no se retire que enseguida se los proporciono”.
-Joe. A los dos minutos regresa Joe: Sigues ahí Ramón.
-Ramón: Si Joe,¿ los tienes ya?.
-Joe: Si, Tome nota: Ministerio de Salud y Asuntos Sociales
Helsinki. Finlandia. Instituto para la investigación psiquiatríca 
Nathan Skarline.  A la atención de Sara Toivonen.
Muchas gracias Joe,le respondió a Joe , con voz entrecortada .
Ramón colgó el teléfono muy desolado. La mujer que quería, estaba
con una incipiente, pero terrible enfermedad irreversible  y él
nada podía hacer por evitarlo. Su padre también murió de
 alzheimer y sufrieron mucho ver como cada día era  un ser distinto.
Tenía que hacer algo, algo aunque no sirviese de nada, pero
tenía que intentarlo. Tantos proyectos como había planeado con
esa mujer en un  futuro  de pronto, se habían desvanecido.
Lo único que se le ocurrió fue escribirle una carta, una carta que
 sirviera a Sara en esos momentos  tan críticos por los que
estaba atravesando, le pudiesen servir de algo, de un
 poco de esperanza, Ramón pretendía sobre todo inculcarle que
 no la había olvidado en ningún momento y si no la había llamado
 en esos dos largos años era por su crítica situación familiar,
por la enfermedad de su pequeño Fernando, quería explicarle
a esa mujer valiente, que no arrojase la toalla aún. Que aún había
 tiempo de retornar al pasado y revivir una y mil veces aquella jornada inolvidable en París.

¡Querida Sara!                                Córdoba, 10-Agosto- 1977

¡Cuánto tiempo ha pasado desde aquella manifestación!
¡Qué bien lo pasamos juntos, con tan solo ir juntos, de la mano,
pero con el corazón latiendo al unísono, nuestras miradas,
nuestras sonrisas, nuestros gestos!
Creo que hubo eso que dicen ahora “Feeling” .
Sara he dudado mucho en dar este paso, para evitar hacerte
daño y que albergases esperanzas vanas. Además tengo  también
 quiero hacerte saber  que tengo dos hijos: Antonio  y Fernando
de quince y trece años respectivamente.
Aquel tumultuoso día no hablamos de nosotros, ni siquiera
de nuestras familias. Dedicamos el día, la jornada entera a
 nosotros mismos, como si el destino nos vaticinara que no
nos íbamos a volver a ver.
 Fernando es el menor de mis hijos  y tiene una tetraplejia
como consecuencia de una caída caballo. Va en silla de ruedas
y su movilidad es muy escasa. Su madre, mi ex posa, no pudo,
 o no supo asumirlo y mi matrimonio se fue al traste.
Discutíamos constantemente, nos culpábamos mutuamente
y  nos separamos., aunque  no hemos perdido nunca el contacto
por el  bien de nuestros hijos, sobre todo del, que más nos necesita
uestro pequeño Fernando.“Había barajado la posibilidad de dejar a
 mis hijos con su madre y renunciar a su tutela en  favor de ella,
 con tal de venir a buscarte, porque te amo, porque quiero pasar
el resto de mi vida junto a ti, porque no concibo estar lejos de ti
ni un día más.
Quiero hacerte enormemente dichosa, que emprendamos una vida
juntos y olvidemos nuestro pasado He pensado también en la posibilidad
  de que Fernando viviese con nosotros, sé que a ti no
te importaría. Contéstame Sara lo antes posible. Espero con impaciencia
 tus palabras, quiero saber si aún sigues queriéndome, necesito saberlo.
 Yo contribuiré a que tu  curación sea rápida, porque te daré todo el amor
 y el cariño que pueda emanar de mis entrañas, de mi corazón.
Sé que es una locura que creas en mí, cuando en realidad estuvimos
 juntos unas solas horas, pero solo te manifiesto lo que siento,
lo que me dictan  mis impulsos.
Tu querido Ramón.
La carta tardo varios días en llegar a la Residencia.
Sara se encontraba en el jardín del hospital, junto a otros enfermos, era
media mañana y una enfermera auxiliar llegó  a donde se encontraban
los enfermos con la intención  de  repartirles  la correspondencia
“Sara tienes una carta de España, de Córdoba exactamente”
Sara al oír estas palabras enmudeció, sin apenas poder reaccionar y
con una mano temblorosa cogió la carta, la anhelada carta
que estaba esperando casi dos largos
años. ¿Por qué ahora? Se preguntó. La auxiliar se quedó observando
a Sara, su reacción tan extraña y se marchó sin decir nada.
Sara cuando estuvo un poco más serena comenzó a abrir
la carta muy lentamente, mientras el corazón le latía cada vez
con  más fuerza hasta que comenzó a leerla.
¡Querida Sara!……….
¡Cuánto tiempo ha pasado desde aquella manifestación!......
Cuando Sara terminó de leerla unas lágrimas recorrieron sus mejillas.
 Apretó las hojas contra su pecho y fue evocando los momentos
vividos en Paris junto a Ramón. La releyó varias veces más, no se
cansaba de hacerlo, sin embargo consideraba que era demasiado
tarde para volver al pasado. Sara  regresó enseguida a su habitación,
 era más temprano de lo habitual, quería leerla una y otra vez,
 al tiempo que su emoción iba en aumento. Aún no daba crédito
 del  “milagro” que tanto había esperado, al tiempo que pensaba
 que era demasiado tarde.
 Ella no le había sido fiel, no se había comportado como
una mujer enamorada que espera eternamente al hombre que ama,
no había tenido suficiente fe, quizá porque había transcurrido
demasiado tiempo, pero aún así se culpaba de no haber sabido esperarlo.
Estaba muy confusa, en principio pensó no contestarle, esa fue
su primera reacción, y no por despecho, sino porque no
sabría que responderle.
Tendría que ser honesta con él, contarle toda la verdad, tendría que
 decirle que no supo esperar, que lo traicionó con otros hombres.
 A estas alturas no podría engañarle, su conciencia no se lo permitiría.
Pasaron varios días y Sara releía la carta de Ramón, que custodiaba
como un tesoro, pero iba dejando pasar el tiempo y no veía
el momento de responderle, de darle una explicación, de manifestarle
 sus sentimientos. Pasaron varias semanas y Sara aunque no olvidaba
 su horrible silencio, el no haber dado una respuesta al hombre
 que estaba dispuesto a dejarlo todo por ella. Por fin  recapacitó y
se propuso enviarle una respuesta y decirle toda la verdad sobre
 esos dos largos e insufribles largos años de espera, pero no pudo,
porque empeoró notablemente. Apenas tenía fuerzas para sostenerse,
había perdido el apetito y sus fuerzas flaqueaban por momentos.
La dirección de la residencia se  puso en contacto con sus hijos
en Kírkenes  y les comunicó sobre el empeoramiento de su madre.
Joe acompañado de de su esposa Marja, de  Nerka y de Violka ,
 su amiga , viajaron al hospital donde Sara estaba muy enferma.
 Sara al verles entrar esbozó una sonrisa, y unas lágrimas
se deslizaron en sus pálidas mejillas al ver a la gente que quería.
Sara presentía que era su final, pero quiso convencerles de  que
 pronto se restablecería, sobre todo, a su hijo Joe.
La habitación era adecuada, de paredes blancas con una gran ventana
que daba al jardín. Encima de la cama había un Cristo Crucificado
 al que Sara se había encomendado y había pedido perdón por sus
faltas y le rogaba a diario que la acogiera en su seno. También
le rogaba todos los días por su familia y por Ramón.
Quiso comportarse como si no estuviese grave y dijo que las fiebres
eran pasajeras, que así se lo había asegurado el doctor y que en pocos
días se iría restableciendo. Trataba de darles ánimos no solo a Joe,
sino a sus nueras que estaban consternadas y conversó con
 Violka recordándole lo bien que lo pasaron en España.
Les pidió a su hijo y a sus nueras que le dejaran unos instantes a solas
 con su amiga Violka y así lo hicieron. Violka se acerca al lecho de Sara
 y le dice: ¿Qué necesitas de mí Sara?
Quiero que me hagas un favor, necesito que me escribas una carta,
para Ramón, pues hace varias semanas tuve noticias suyas, y he
 decidido contestarle .Y diciendo esto, saca la a carta de debajo
de la almohada y se la da a Violka. Por favor Léela-le replica Sara
con voz entrecortada.
Violka muy emocionada lee atentamente la carta de Ramón, y le dice
 a Sara:   ¡Es una noticia fantástica!
Sara le contesta: Quiero que le escribas lo que yo te diga, por favor,
¿Me harás ese favor Violka?
Sara, tú sabes que no es un favor, será un placer
-Sara- Va a ser breve
Querido Ramón:
¡Qué emoción me ha producido el recibir tu carta, esa carta que
he esperado ansiosamente durante casi dos largos años, día tras día
 semana, tras semana, ¡Pero creo que tardaste demasiado.
 Mis ilusiones, anhelos, y proyectos de futuro en torno a ti
se han desvanecido, se han evaporado. No te culpo de nada.
Tuviste tus razones fuertes  para no contestar de inmediato, pero yo
no quise esperar o quizás no supe, te deseaba tanto que la espera
 era insoportable , me afectaba como una tortura desmesurada
¿ Y sabes por qué?!, porque te quería , te deseaba , te amaba por
 encima de todo.!
Ahora estoy enferma y creo que bastante grave, hospitalizada
en una residencia a varios kilómetros de Kírkenes.  No quiero hablarte
de mi enfermedad, no pretendo atormentarte. Prefiero hablarte de  amor.
 Solo quiero que sepas que la imaginación  el deseo y la
as que he soñado contigo miles de veces y te he amado sin límites
 como jamás amé a ningún ser humano, en la distancia, pero el tiempo
 de espera fue demasiado largo y no respeté tu ausencia. Por eso te pido
que me perdones.
A veces me pregunto ¿Cómo se puede amar a una persona sin conocerla,
sin convivir con ella y a miles de kilómetros?
Quiero confesarte que estuve con otros hombres, pero sin amor.
Tal vez por despecho, o tal vez por rebeldía. El destino nos jugó una
mala pasada a ambos .Cuando recibas esta carta quizás ya no esté en
este mundo, pero donde quiera que vaya te llevaré conmigo, en mi pensamiento y en mi corazón, porque has sido el único hombre que
de verdad he amado aún no habiendo convivido contigo ni un solo día.   Espero que perdones el no haberte sabido esperar, el perder la fe en volvernos a ver y sobre todo mis infidelidades.
Hasta siempre Ramón. Un beso.

Ramón recibió la carta dos semanas más tarde.
En cuanto le fue posible lo dispuso todo y voló hasta Kírkenes. 
 Se presentó en el domicilio de la familia de Sara. Sara hacía solo dos 
días que había acontecido su funeral, así se lo comunicó su hijo  Joe.
Joe acompañó a Ramón al cementerio donde estaban los restos de su
madre.
Era una lápida gris, sencilla, sin adornos  con la inscripción de la fecha  del fallecimiento ubicada al pie de un gran  sauce.

Sara Toivonen
12-10-1977

Ramón cayó derrotado sobre la tumba de la mujer que había soñado a la
que el destino le fue cruel, y adverso y  depositando un ramo de flores,  pensaba lo felices que podían haber sido, emprendiendo una vida juntos  como ambos deseaban .Aquel día se produjo el encuentro de dos personas que se amaron en la distancia, pero las adversidades no hicieron posible que  sus vidas se unieran.
También fue el día del desencuentro, ya que Ramón no logró volver a ver  viva a Sara y expresarle sus sentimientos personalmente, aunque le quedaba el consuelo de que se los había podido referir por la carta que le envió. El corazón de Ramón quedó roto.
 Regresó a España y trató de rehacer su vida, pero el recuerdo de Sara se lo impidió. Se dedicó en cuerpo y alma a sus hijos, a su educación y sobre todo al cuidado de su pequeño Fernando, en complicidad con Elvira a la que trató con respeto, por ser la madre de sus hijos, pero su reconciliación no fue posible, a pesar de que Elvira, lo intentó, ella,  quiso recuperar a su marido, que seguía amándolo, pero el recuerdo de Sara y los malos momentos
 vividos entre ambos, nunca volvieron permitir   unir a ese matrimonio.
Vivieron  momentos, buenos, en apariencia, pero ficticios en la realidad
por sus hijos, para hacerles el menor daño posible.
Ramón tomaba un vuelo hacia Kírkenes  cada año en el aniversario
 de su fallecimiento para visitar la tumba de Sara, y depositar
 rosas blancas  las preferidas de Sara, hasta el final de sus días.
Los hijos de    Ramón y Elvira se hicieron hombres.
Pasaron los años Antonio estudió Medicina.
Se convirtió en un eminente cirujano y trató,
 por todos los medios de investigar sobre las tetraplejias, los estudios
últimos, sus avances, con el propósito de ayudar a su hermano Fernando,
 así como al resto de los pacientes que sufrían la misma enfermedad.
Trabajó para varias universidades  norteamericanas y alcanzó
un enorme prestigio, prestigio que no pudo ver su padre
 ya que falleció de forma repentina mientras faenaba en el campo,
 antes de que su hijo alcanzase la fama.
Solo Elvira, su madre, pudo ver y gozar de  la gloria que alcanzó
su hijo, convertido en el eminente Dr. Antonio Pedralbes.
Fernando, su hermano, su tetraplejia no le impidió llegar a ser
 un célebre escritor.
Publicó varias novelas, algunas de gran relevancia.
Murió a la edad de sesenta años dejando constancia,
 de su buen quehacer literario.
La familia de Sara continuó en su trabajo.
Los hijos de Joe siguieron los pasos de su padre.
Los hijos de Nerka se desvincularon del negocio de las fruterías y
 se hicieron grandes exportadores de pescado.
Violka fue felíz en su matrimonio y los niños en Kírkenes cuando
venía el invierno y caía la nieve hacían grandes muñecos  y bolas
con las que iniciaban sus divertidas guerras divirtiéndose de lo lindo.