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viernes, 23 de octubre de 2015

13 El accidente

13   El accidente
Inmerso en los pensamientos de la noche anterior, sufrió un terrible accidente.
Cuando trataba de girar a otra calle tuvo que dar un gran viraje para evitar aplastar a una señora mayor que venía por mitad de la calzada y se estampó contra una farola. Con tan mala suerte que el golpe lo recibió en la cabeza y del impacto quedó inconsciente, con la cabeza ensangrentada y un par de brechas en la cara inclinada encima del volante. Se arremolinaron los transeúntes, vecinos, pero no se atrevieron a moverlo de donde estaba hasta que vino una ambulancia y lo trasladó al hospital. Joe  fue el que recibió la noticia y este tuvo que trasmitirla a su cuñada. Estaban todos  muy preocupados, sobre todo Joe. Nerka, su esposa,por el contrario parecía menos conmocionada. Quizá no era consciente aún de la gravedad del accidente.
Les permitieron observar durante escasos minutos a Servark a través de unos ventanales de cristal .Había entrado en coma.
Nerka habló con los médicos, pero no obtuvo una respuesta muy convincente, no sabían cómo iba a responder, era demasiado pronto, tenían que seguir haciéndole pruebas.
Telefoneó al hotel por la noche y habló con Sara. Le  dijo que Servark había tenido un accidente y estaba muy grave,  en el hospital y que los médicos pronosticaban que debían  de seguir haciéndole más pruebas. Sara  quedó impactada ante la terrible noticia. Inmediatamente, telefoneó al aeropuerto de Orly para informarse de los vuelos, horarios etc. Le contestaron que el próximo vuelo era al día siguiente a las ocho cuarenta y cinco de la mañana. Sara muy nerviosa  también llamó a Joe y este le contestó  lo mismo que le había dicho  Nerka que Servak estaba en el hospital, que estaba en coma y que estaba grave, pero que había que esperar. Nerka se pasaba las mañanas en el hospital, por la tarde volvía a casa. Joe iba todos los días, cuando cerraba la frutería y se estaba varias  horas  con su hermano. Iba agotado  ahora tenía que hacer el trabajo de Servak y el suyo. Sara, cuando aterrizó el avión procedente de París, no fue a casa, se dirigió directamente del aeropuerto de Gardermoen hacia el hospital  en un taxi, para ver a su hijo. Cuando subió a la unidad de cuidados intensivos y lo vio irrumpió en un fuerte llanto.
¡Mi hijo, mi querido Servak ¿Qué te ha pasado?!
Por un momento se sintió culpable de haber estado ausente, más tarde reaccionó  y pensó que el destino de las personas no se puede prever, ni siquiera el de sus hijos ni el de ella misma. Sara requirió la  presencia del médico que le había atendido. Le preguntó si su hijo saldría del coma. ¿Qué posibilidades tenía? Los médicos  no tenían respuesta, la situación del Servak era muy grave y complicada a la vez. Le habían hecho todo tipo de pruebas: radiografías, resonancias, y varias intervenciones quirúrgicas. Pero no habían dado los resultados deseados. Solo un milagro podría hacer que se salvara. Sara y su nuera Nerka abandonaron la clínica, derrotadas, destrozadas y sin consuelo alguno. Sara le pidió a Nerka que no se quedase en casa, que viniese a la suya  a las horas de comer y cenar para estar los tres juntos. Nerka no puso ningún obstáculo y todos los días iba a casa de la suegra a comer con ella y Joe. Transcurrían días, las semanas  y los meses y Servark no mostraba síntomas de mejoría.
Sara tuvo que ayudar en la frutería porque Joe y Nerka  se sentían desbordados para llevar el negocio. Sara, vendía  fruta a las clientas, acarreaba,  reponía  mientras Joe iba a la lonja y servía los pedidos  que encargaban. Nerka ayudaba en determinados momentos, pues normalmente era la que  preparaba la comida y hacía la limpieza, y  lo tenía todo dispuesto a mediodía  cuando cerraban la frutería. Tanto Sara como su mujer acudían con bastante asiduidad para ver la evolución de Servark. Se alternaban en las visitas para no desatender la frutería. Mientras Sara atendía a una clienta suena el teléfono. La llamada procedía de la clínica, preguntando por Nerka.- Sara- Lo siento no está en estos momentos. Puede darme el recado, soy la madre de su marido. La enfermera-“Tiene que venir urgentemente .No le puedo decir más por teléfono. Disculpe”. Sara  salió  a toda prisa de la frutería en busca de Nerka, pero Nerka venía a su encuentro.-¿Qué pasa Sara? Estas pálida. ¿Dime qué ocurre? Es Servak  ¿verdad?-dijo Nerka.-No sé nada Nerka-le respondió Sara. “Solo sé  que han llamado de la clínica preguntando por ti. Me han dicho que deber ir lo antes posible.” Si no te importa iré contigo –respondió Nerka. Ambas cogieron un taxi y se dirigieron a la clínica  donde estaba Servak. Cuando llegaron a la sala donde  permanecía Servak había un buen número de médicos intercambiando opiniones acerca del empeoramiento  del paciente. Nerka requirió al doctor que habitualmente atendía  a Servak. Este se salió del grupo en el que estaba conversando con sus colegas   y le dijo a Nerka que su marido había tenido una fuerte recaída  que nadie se esperaba y que probablemente le quedaban horas de vida. Habían hecho lo posible intentando todos los medios de que disponían  pero que todo  había sido  en vano. Nerka se mantuvo con  entereza ante las  fuertes y duras  palabras del médico, pero cuando se acercó Sara, se vino abajo, se derrumbó y rompió en un llanto amargo y sin consuelo. Nerka le manifestó a Sara que se quedaría  en la clínica hasta el fatal desenlace. Sara le contestó que estaría con ella y con su hijo también. Transcurrieron apenas tres semanas con intervalos de falsas e ilusorias mejorías, pero todo fue en vano. Las esperanzas de la familia se iban desvaneciendo. A media tarde del domingo les avisaron de que se personasen en la clínica lo antes posible. Servark había fallecido.
Aquella noche lo velarían en el tanatorio y a las cuatro de la tarde del día siguiente, allí mismo,  le harían el funeral.
Joe se ocupó del papeleo, certificados, esquela en prensa y demás requisitos. Servak fue icinerado por voluntad de su esposa. Estuvieron acompañados por sus vecinos y amigos que les mostraron sus condolencias. Fue un acto muy emotivo. Joe estaba terriblemente afectado.
Pasaron seis meses, la frutería iba viento en popa, cada vez  había más pedidos. Tuvieron que contratar a Aleski  un joven  mozo de fuerte complexión y muy atento para poder atender a la clientela con más desahogo. Joe sintió un gran alivio con la contratación de este mozo, pues llevaba meses soportando mucho trabajo y su carácter se había tornado muy irascible, siempre de mal humor. Sin embargo ahora había recuperado las ganas de reír era una persona más asequible y comenzó a salir de fiesta con chicas de una manera más asidua. A Sara le agradaba mucho que su hijo se desinhibiera  y se divirtiera, pues cuando lo veía enclaustrado en casa  no le agradaba. No obstante  Nerka no estaba contenta del cambio de actitud de su cuñado. Ahora lo veía menos y en cierto modo se sentía celosa. Pronto se había rehecho de la muerte de su marido. Nerka no soportaba que, su cuñado Joe,  anduviese de juerga con otras chicas, que en realidad era lo normal y además a ella no debía interesarle, la vida de su cuñado. Ante esa situación Joe sufría continuos agravios, por parte de su cuñada. A Joe no le importaba demasiado la actitud de Nerka respecto a sus salidas nocturnas, pensaba en que no tenía en qué ocuparse y se ocupaba de él.
Nerka intentaba convencer a su suegra de que Joe no andaba por buen camino, que sus amistades no eran nada recomendables y que terminaría muy mal. Sara por el contrario no vio nada anormal de que Joe, un muchacho joven saliese a divertirse  con chicas y chicos de su edad.--Es normal Nerka, que Joe quiera   salir. Está en la edad de divertirse, o crees que es mejor que se quede en casa- replicó Sara. Claro que es normal que salga, pero debía cuidar más sus amistades, porque se codea con la escoria de la ciudad dijo Nerka Y tú, ¿Cómo lo sabes? –exclamó Sara.
Nerka  replicó a Sara: Tengo mis amistades que me informan en los momentos oportunos. Bueno, en ese caso hablaré con Joe, pero creo que no debemos dramatizar el asunto-respondió su suegra. Las predicciones de Nerka no se hicieron esperar, justo a la noche siguiente de la conversación entre suegra y nuera respecto a las salidas de Joe, el muchacho llega borracho como una cuba y con la cara ensangrentada el ojo morado y la camisa hecha jirones. Cuando Sara ve entrar a su hijo en esas circunstancias se dirigió a su hijo de forma un tanto alterada:                                        Sara-Joe ¿Qué ha pasado? ¿De dónde vienes con ese aspecto tan deplorable? ¿Te has peleado? Dime por qué y con quién Joe: No ha sido nada ¡Vale, mamá!-le replicó su hijo.
“Ven que te limpie la sangre que llevas en la cara”.
Tras limpiarle la cara con un paño, le vuelve a preguntar ¿Qué es lo que le ha sucedido? Joe le dio a su madre una lacónica explicación. Ha sido un mal entendido, pero ya se ha arreglado Joe dio por terminada la conversación con  su madre y esta le dejó marchar. Sara  quedó  pensativa y recordando las palabras que el día anterior le había dicho Nerka  al respecto de las  salidas de Joe. La reyerta había sido por culpa de las chicas que estaban  en el baile. Joe y dos amigos estaban con ellas  tomando unas copas  y charlando, cuando tres chicos desconocidos irrumpieron en el grupo, tratando de sacarlas a la pista de baile. Los chicos venían con varias copas de más. Ellas se resistían y ellos  las forzaron. Ante la situación violenta y desagradable, Joe y sus amigos intentaron de impedir que trataran de sacarlas  de manera forzosa a bailar y se liaron a golpes en medio de la pista y ante el asombro del público que abarrotaba la sala.
Los chicos salieron mal parados .Los hematomas y los  golpes inundaron sus cuerpos y a uno de ellos lo tuvieron que enviar al hospital porque a causa de la pelea, le provocó una gran hemorragia. Nerka se informó del altercado minuciosamente a través de sus contactos y esta a su vez puso al corriente a Sara. Joe permaneció unos días sin salir, pero cuando estuvo totalmente restablecido  volvió a    sus salidas de forma habitual. Sara sabía que su hijo era mayor de edad y se limitó a darle buenos consejos pero entendía que no se iba a quedar en casa, sin embargo Nerka siguió protestando y vaticinado nuevas desgracias si continuaba con sus juergas nocturnas. Pasaron tres meses .Ya hacía un poco tiempo que Servak había muerto y Nerka trataba de cambiar su estilo de vida, era una mujer hermosa de buena estatura,  y bastante agraciada. Tenía los cabellos rubios, ondulados y unos ojos verdes que le iluminaban el rostro. Nerka pensaba que aunque había querido a su marido  en el fondo no había sido feliz, no le  había correspondido, con lo cual ella se había ido desencantando .Y además  ni siquiera le había dado un hijo. No tenían descendencia porque Servak  tenía problemas, pero eran problemas que podían tener solución.
 Habían  adelantos y técnicas avanzadas a las que su marido no quiso someterse. Nerka pensaba que si hubiesen tenido un hijo, ahora no se encontraría tan sola. Quizá por el problema de Servak, sentía cierto despecho ante su caótica situación por la actitud cerril  de su marido. Nerka dispuesta a dar un cambio radical en su vida, también comenzó a salir. Se hacía presente en todas los lugares de moda, clubes salas de fiesta etc. Además como era una mujer tan hermosa no le faltaban los hombres a su alrededor. Las mujeres le envidiaban porque siendo una mujer cercana a los cuarenta, destacaba ante las jovencitas de veinte. Se propuso  renovar su vestuario, el frecuentar salones de belleza y se hizo muy popular en Kírkenes. Algunas veces coincidía con Joe, pero su cuñado prefería seguir ignorándola. Para Nerka era una obsesión. No le atraían los hombres que se acercaban a ella. Se había fijado en su cuñado, pero comprendía que era algo descabellado, una auténtica locura. Ante la imposibilidad de establecer relación alguna con su cuñado diseñó su estrategia, darle celos fijándose en Alexis. Le trataba de forma cada vez más cariñosa y trataba de halagarlo en los momentos en que Joe estaba presente, pero la astucia de Nerka era vana, inútil. Joe se mostraba cada vez más indiferente ante las repetidas estrategias de su cuñada, que consideraba un tanto esperpénticas. Aleski no podía creérselo, que su jefa, una mujer tan bella, se hubiese fijado en él. Sara estaba ajena a lo que pasaba en la frutería. Se encargaba de las faenas de la casa y rara vez se pasaba por allí.
Aleski pensaba que la reacción de Nerka hacia él era normal, no se había dado cuenta de que era una mera treta y que él estaba siendo utilizado. En realidad Nerka creía en un principio  que había encontrado a la persona idónea en Aleski para  intentar lograr  su objetivo, pero rápidamente de dio cuenta que sus pensamientos estaban fuera de lugar, que sus pretensiones eran aberrantes y paulatinamente sus artimañas sobre Joe se desvanecieron y terminaron diluyéndose totalmente. A partir de sus reflexiones, Nerka volvió a ver a Joe, como su cuñado con el respeto que merecía. A Sara la vida y los acontecimientos que le iban sucediendo iban marcando el carácter. Primero  el distanciamiento de sus padres,  su actitud  tajante de no querer saber nada de Milko, el hombre que su hija había elegido para ser su pareja y vivir el resto de sus días, la incomunicación que  tuvo a raíz de su valiente  decisión desafiando el autoritarismo de su padre que nunca vio con buenos ojos la decisión de su hija. La posición, y el linaje eran prioritarios para él. El pensaba que si no había amor, con el tiempo llegaría .No concebía que el marido de su hija fuese un simple trabajador, un simple obrero.
 ! Qué pensarían sus amistades! Después, tuvo que soportar la muerte de Milko. Sara recapacitaba en las consecuencias de su pérdida, su indefensión, su soledad. Cada día le echaba de menos, pero lo peor de todo fue la forma que eligió para morir. No quería pensar en aquel horrible momento que descubrió el cadáver  en la trastienda colgado de una viga con el rostro desfigurado y los ojos y la boca abiertos como si hubiese querido despedirse de ella en el último momento.
Sara trató de que sus hijos presenciaran la macabra escena, pero no pudo evitarlo. Si doloroso fue encontrar  a su marido ahorcado, más fuerte fue tener que informar a sus hijos que al verlo quedaron horrorizados. Tuvieron que notificarlo a las autoridades para hacer el levantamiento del cadáver. Sara se atormentaba pensando en el motivo que le había llevado a quitarse la vida. La única justificación era ella misma, su comportamiento su desamor, el no querer perder su infidelidad .No era el primer hombre que  tenía algún devaneo esporádico y su mujer, al final siempre le perdonaba. ¿Por qué yo no? Al final Sara llegaba a la conclusión que su actitud no fue el determinante del suicidio. Milko estaba pasando una mala racha, cayó en una profunda depresión la cual le llevó a cabo al fatal desenlace. No fue capaz de superarlo.
 Sus hijos, Servark y Joe sufrieron mucho por la pérdida de su padre y sobre todo Servark le dijo abiertamente una noche, que había bebido unas copas a su madre, con un profundo odio, gritando  y agitando los brazos  que ella, solo ella  había sido la única culpable de todo lo que había sucedido, que no se lo perdonaría nunca.
Por último su muerte, la de Servark,  su hijo mayor, también fue un tremendo mazazo.
Cuando su madre  lo visitó en el hospital y ante. A su padre no le importó que se dejase los estudios para estar con él en el negocio.
Sara-Joe se parece más a mí. Tiene una sensibilidad distinta a  su hermano. Se interesa  por el saber. Le encanta leer. A pesar de que no ha terminado ninguna carrera, tiene estudios superiores y tiene intención de seguir completando su formación. Por el momento tiene que continuar al frente del negocio. Tengo que aferrarme a lo único que tengo mi hijo Joe y también mi nuera Nerka. A veces reflexionaba  sobre  la vida que había llevado hasta entonces. Cuando estaba en casa, con sus padres, tuvo que soportar el autoritarismo de su padre.
 Después el duro golpe de Milko, su fatal destino, su desatinada decisión que la había  marcado para siempre y por último la pérdida de su hijo Servak, que también lo perdió siendo aún muy joven. Dejó de existir en la plenitud de su vida y sin dejar descendencia. Por eso Sara  tenía las esperanzas puestas en Joe. Soñaba a cada momento el día que encontrase a una buena chica y se casara. Esperaba que Joe no tuviese problemas como los tenía su hermano y se pudiese realizar como padre  y le  diese  algún nieto. Ese día se volvería loca.      
Sara  después de estar en París, en Kírkenes  se aburría, pues todos los días eran iguales, la frutería, preparar la comida para Joe,  Nerka y para ella y poco más.A veces salía con alguna amiga a dar una vuelta, tomaban un café y charlaban. Sin meditarlo mucho planeó un viaje .Invitó a su nuera Nerka a que la acompañara y esta  aceptó de buen grado.
















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